domingo, 29 de abril de 2012

INTERACCIONES SINGULARES


Imagen tomada de Internet.

INTERACCIONES ENTRE VIRUS Y ORGANISMO HOSPEDERO
DESDE el punto de vista biológico los virus pueden ser considerados como parásitos, cuya supervivencia depende a su vez de la supervivencia de la especie hospedera. Por lo tanto podría suponerse que en la mayoría de las ocasiones, resulta desventajoso para un tipo de virus exterminar o afectar seriamente la capacidad reproductiva y los estados morfológicos y metabólicos típicos del hospedero. Las infecciones virales más frecuentes son aquellas que se desarrollan en forma asintomática. Estas infecciones solamente pueden ser detectadas por medio de exámenes de laboratorio. Algunos virus causan infecciones silenciosas en el hospedero debido a que logran establecer un equilibrio favorable con dicho hospedero.
El ejemplo clásico de infección viral silenciosa está dado por el virus de la poliomielitis, que en más de 90% de los casos produce infecciones asintomáticas, en los niños suele manifestarse generalmente a través de infiltraciones digestivas, las cuales son tremendamente susceptibles de malinterpretar. Al mejorar la sanidad pública y ambiental se reduce la incidencia y diseminación de las infecciones por enterovirus. No obstante el exceso en sanidad pública e higiene personal puede generar situaciones paradójicas, al incrementarse las condiciones sanitarias ocurre un desplazamiento en la distribución por edades de esta infección viral que, cuando es contraída en la adolescencia, tiene un curso más grave y severo que se manifiesta como poliomielitis paralítica, misma que ocurre muy rara vez entre los individuos infectados a una edad temprana. Algunos virus son transmitidos por la vía urinaria o genital.
Particularmente son de gran importancia médica aquellos virus que pueden ser transmitidos por contacto sexual. Entre los casos de infecciones virales persistentes o latentes en humanos, de los más estudiados se encuentran aquellos casos dados por los herpesvirus. En este caso, como en algunos otros, la persistencia de la infección es consecuencia de un equilibrio entre las propiedades del virus y los mecanismos de defensa del hospedero. La ruptura de este equilibrio ocasiona la reactivación del virus y la reaparición del estado agudo de la enfermedad; esta situación ocurre con frecuencia en el caso de pacientes que padecen enfermedades no virales de tipo crónico, mismas que ocasionan una depresión del sistema inmune y con ello el desequilibrio químico apropiado del que depende la retaliación. Otro tipo frecuente de virus, cuyos rasgos suelen manifestarse en el área de los equilibrios bióticos son los epidemiales.
Las cepas de virus de gripes epidémicas tienen su origen en China. Este tipo de virus es transmitido por patos, gallinas y cerdos de granja, criados en estrecho contacto entre sí. El intercambio de material genético entre estos virus origina nuevas cepas que provocan la gripe en los seres humanos, cada epidemia se origina en una cepa diferente y varias pueden coexistir en un mismo hospedero. Las razones de la aparición de nuevas enfermedades o de los bruscos empujes de otras que se creía controladas, son complejas y todavía no se tiene una cabal comprensión de las mismas. Los viajes, en especial el turismo, también inciden. El contagio de sífilis en los siglos XVIII y XIX estuvo relacionado con los movimientos de los ejércitos. Actualmente, la introducción del HIV en muchas partes del mundo se debe a una movilidad humana mucho mayor. Las prácticas de la medicina moderna también son un factor que contribuye. La difusión de la hepatitis viral tuvo mucho que ver (y en algunos lugares todavía ocurre) con técnicas auxiliares como la diálisis y las transfusiones de sangre.
Los próximos años seguramente serán críticos para el futuro de los medicamentos antimicrobianos, ya que dos de las prácticas que más alianzas fuertes establece para con la delicada arquitectura de los virus, es la automedicación y la medicación arbitraria, corrientes en la mayoría de países con un mínimo de presencia industrial. De continuar las tendencias actuales la resistencia a los antibióticos aumentará. Médicos de muchas partes del mundo tal vez tengan que volver a métodos de la época anterior a los antibióticos. En Nueva York, por citar un ejemplo, a pacientes con tuberculosis resistente a diversos medicamentos y que se sabe de antemano que no cumplirán voluntariamente con el tratamiento recomendado, se los ha recluido en una isla antiguamente utilizada como prisión. Los países en desarrollo, los más afectados por las enfermedades infecciosas, enfrentarán la tarea casi imposible, de controlar las enfermedades sólo con la implementación de drogas caras y escasas, que por supuesto no todas las personas enfermas podrán comprar.

CURIOSIDADES DE LOS VIRUS
Existe un grupo especial de virus denominados virus lentos o lentivirus, los cuales están asociados con diferentes padecimientos crónicos que afectan el aparato respiratorio, las articulaciones y los sistemas nervioso, inmune y hematopoyético (productor de células sanguíneas) de humanos y animales. La evolución de estas enfermedades es insidiosa, o sea, progresan en forma irregular a lo largo de un gran periodo de tiempo. Enfermedades como la de Alzheimer (un tipo de demencia senil) y la esclerosis múltiple (una enfermedad desmielinizante del sistema nervioso) han sido asociadas con la presencia de lentivirus, pero todavía está por demostrarse la relación causal directa entre los lentivirus y estas enfermedades. Sin embargo, se ha demostrado que un tipo especial de neumonía y meningoencefalitis que afecta a cabras y borregos, es causado por un lentivirus denominado visna-maedi virus, el cual pertenece a una subfamilia de los retrovirus. Por otra parte, el virus de la inmunodeficiencia humana (HIV o VIH), que está implicado en el desarrollo del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), es un retrovirus emparentado con el visna-maedi virus.
En los años sesenta, Carlton Gajdusek inició el estudio de una rara enfermedad llamada kuru, la cual es común en la tribu foré que habita en las montañas de Nueva Guinea. El kuru es una enfermedad degenerativa del cerebro y es particularmente común entre los niños y las mujeres de la tribu. Debido a su distribución familiar. Por algún tiempo se pensó que el kuru era de origen congénito. Sin embargo, Gajdusek demostró que el kuru podía ser transmitido a otros primates, particularmente a los chimpancés, y por lo tanto se trata de una enfermedad infecciosa que puede mutar con relativa facilidad. El kuru es transmitido entre los miembros de la tribu foré por medio de un canibalismo ritual que consiste en comer el cerebro de los parientes recién fallecidos, generalmente las mujeres y niños de la tribu son los practicantes de este canibalismo ritual. El descubrimiento del origen del kuru constituye un interesante ejemplo de una contribución de la antropología al campo de la epidemiología.
Una de las rutas más comunes de transmisión viral es la vía respiratoria, que es utilizada no sólo por los virus que producen padecimientos respiratorios, sino también por virus que causan infecciones generalizadas como el sarampión y la viruela. El virus, una vez multiplicado, puede infectar otras células o escapar del tracto respiratorio en el aerosol expulsado por medio de la tos, el estornudo o el usual acto de hablar. Estos aerosoles son inhalados por otros individuos en forma de micro gotitas infecciosas. Sin embargo, existen varios factores de tipo ambiental y climatológico que intervienen en la diseminación de la infección viral, por ejemplo los virus suelen ser susceptibles a los cambios bruscos de temperatura y pueden no sobrevivir en ciertos ambientes que superen las condiciones apropiadas para un hospedero particular. No obstante también pueden hibernar en un estado de latencia conocido como “no vida”.
La transmisión del virus por la vía oral-fecal es característica de los enterovirus y ciertos picornavirus, como el virus de la hepatitis A. Todos estos virus infectan al hospedero después de que han sido ingeridos. La diseminación de estos virus es favorecida en condiciones deficientes de sanidad pública e higiene personal, muy comunes también en todas partes, sólo basta un descuido. Otro tipo de virus es el Herpes simplex tipo 2, el cual se transmite casi siempre por contacto sexual y ha sido asociado circunstancialmente con el desarrollo de cáncer del cérvix uterino, produce lesiones ulceradas en los genitales, aunque puede pasar desapercibido sin producir ningún síntoma. Algunos virus son transmitidos por medio de un organismo vector; generalmente artrópodos como los mosquitos, los cuales inoculan el virus en individuos susceptibles. El virus puede multiplicarse en el propio vector o ser transmitido en forma pasiva, o sea, el virus no se multiplica mientras es acarreado por el organismo vector.


En conclusión, los virus son entidades orgánicas compuestas tan sólo de material genético, ADN ó ARN, rodeado por una envuelta de proteína (cápside). Algunos virus poseen una envuelta adicional que suelen adquirir de la propia membrana celular, pero no amablemente sino arrancándosela. La partícula viral completa se denomina virión. Los virus carecen de vida independiente, pero se pueden replicar en el interior de las células, en muchos casos y en algunos extraordinarios, se comportan de tal manera que terminan destruyendo al huésped, creando lo que se conoce como pandemia. Entre las enfermedades desencadenadas por los virus y que tienen consecuencias muy graves se encuentra la rabia, las fiebres hemorrágicas, la encefalitis, la poliomielitis y la fiebre amarilla, entre las irreversibles se cuenta el VIH, el Ébola y el Lujo, descubierto o dispersado recientemente en Zaire.
Los tratamientos que existen contra las infecciones virales no suelen ser del todo satisfactorios, ya que la mayoría de las drogas que destruyen los virus también afectan a las células intactas. Un agente antiviral prometedor es el interferón, famoso por aparecer en una serie televisiva de gran audiencia mundial, el cual ha demostrado proteger a otros tipos de células contra tales infecciones. Si bien la medicina ha evolucionado, no lo ha hecho con la velocidad y la ética necesarias; a tal punto ha crecido la amenaza para los humanos, que en la actualidad se considera como estrategia potencial coercitiva a la amenaza viral y no está lejos el día en que las políticas terroristas de los países con arquitectura democrática superficial, casi todos en términos generales, empiecen a implementar nuevas prácticas intransigentes con virus, para justificar el avance del progreso por la vía de la cohesión militar.


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