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INTERACCIONES
ENTRE VIRUS Y ORGANISMO HOSPEDERO
DESDE el punto de vista biológico
los virus pueden ser considerados como parásitos, cuya supervivencia depende a
su vez de la supervivencia de la especie hospedera. Por lo tanto podría
suponerse que en la mayoría de las ocasiones, resulta desventajoso para un tipo
de virus exterminar o afectar seriamente la capacidad reproductiva y los
estados morfológicos y metabólicos típicos del hospedero.
Las infecciones virales más frecuentes son aquellas que se desarrollan en forma
asintomática. Estas infecciones solamente pueden ser detectadas por medio de
exámenes de laboratorio. Algunos virus causan infecciones silenciosas en el
hospedero debido a que logran establecer un equilibrio favorable con dicho
hospedero.
El ejemplo clásico de infección
viral silenciosa está dado por el virus de la poliomielitis, que en más de 90%
de los casos produce infecciones asintomáticas, en los niños
suele manifestarse generalmente a través de infiltraciones digestivas, las
cuales son tremendamente susceptibles de malinterpretar. Al mejorar la sanidad
pública y ambiental se reduce la incidencia y diseminación de las infecciones
por enterovirus. No obstante el exceso en sanidad pública e higiene personal puede
generar situaciones paradójicas, al incrementarse las condiciones sanitarias
ocurre un desplazamiento en la distribución por edades de esta infección viral
que, cuando es contraída en la adolescencia, tiene un curso más grave y severo
que se manifiesta como poliomielitis paralítica, misma que ocurre muy rara vez
entre los individuos infectados a una edad temprana. Algunos
virus son transmitidos por la vía urinaria o genital.
Particularmente son de gran
importancia médica aquellos virus que pueden ser transmitidos por contacto
sexual. Entre los casos de infecciones virales persistentes o latentes en
humanos, de los más estudiados se encuentran aquellos casos dados por los
herpesvirus. En este caso, como en algunos otros, la persistencia de la
infección es consecuencia de un equilibrio entre las propiedades del virus y
los mecanismos de defensa del hospedero. La ruptura de este equilibrio ocasiona
la reactivación del virus y la reaparición del estado agudo de la enfermedad;
esta situación ocurre con frecuencia en el caso de pacientes que padecen
enfermedades no virales de tipo crónico, mismas que ocasionan una depresión del
sistema inmune y con ello el desequilibrio químico apropiado del que depende la
retaliación. Otro tipo frecuente de virus, cuyos rasgos
suelen manifestarse en el área de los equilibrios bióticos son los epidemiales.
Las cepas de virus de gripes
epidémicas tienen su origen en China. Este tipo de virus es transmitido por
patos, gallinas y cerdos de granja, criados en estrecho contacto entre sí. El
intercambio de material genético entre estos virus origina nuevas cepas que
provocan la gripe en los seres humanos, cada epidemia se origina en una cepa
diferente y varias pueden coexistir en un mismo hospedero. Las razones de la
aparición de nuevas enfermedades o de los bruscos empujes de otras que se creía
controladas, son complejas y todavía no se tiene una cabal comprensión de las
mismas. Los viajes, en especial el turismo, también inciden. El contagio de
sífilis en los siglos XVIII y XIX estuvo relacionado con los movimientos de los
ejércitos. Actualmente, la introducción del HIV en muchas partes del mundo se
debe a una movilidad humana mucho mayor. Las prácticas de la medicina moderna
también son un factor que contribuye. La difusión de la hepatitis viral tuvo
mucho que ver (y en algunos lugares todavía ocurre) con técnicas auxiliares
como la diálisis y las transfusiones de sangre.
Los próximos años seguramente serán
críticos para el futuro de los medicamentos antimicrobianos, ya que dos de las
prácticas que más alianzas fuertes establece para con la delicada arquitectura
de los virus, es la automedicación y la medicación arbitraria, corrientes en la
mayoría de países con un mínimo de presencia industrial. De continuar las
tendencias actuales la resistencia a los antibióticos aumentará. Médicos de
muchas partes del mundo tal vez tengan que volver a métodos de la época
anterior a los antibióticos. En Nueva York, por citar un ejemplo, a pacientes
con tuberculosis resistente a diversos medicamentos y que se sabe de antemano
que no cumplirán voluntariamente con el tratamiento recomendado, se los ha
recluido en una isla antiguamente utilizada como prisión. Los países en
desarrollo, los más afectados por las enfermedades infecciosas, enfrentarán la
tarea casi imposible, de controlar las enfermedades sólo con la implementación de
drogas caras y escasas, que por supuesto no todas las personas enfermas podrán
comprar.
CURIOSIDADES
DE LOS VIRUS
Existe un grupo especial de virus
denominados virus lentos o lentivirus, los cuales están asociados con
diferentes padecimientos crónicos que afectan el aparato respiratorio, las
articulaciones y los sistemas nervioso, inmune y hematopoyético (productor de
células sanguíneas) de humanos y animales. La evolución de estas enfermedades
es insidiosa, o sea, progresan en forma irregular a lo largo de un gran periodo
de tiempo. Enfermedades como la de Alzheimer (un tipo de demencia senil) y la
esclerosis múltiple (una enfermedad desmielinizante del sistema nervioso) han
sido asociadas con la presencia de lentivirus, pero todavía está por
demostrarse la relación causal directa entre los lentivirus y estas
enfermedades. Sin embargo, se ha demostrado que un tipo especial de neumonía y
meningoencefalitis que afecta a cabras y borregos, es causado por un lentivirus
denominado visna-maedi virus, el cual pertenece a una subfamilia de los
retrovirus. Por otra parte, el virus de la inmunodeficiencia humana (HIV o
VIH), que está implicado en el desarrollo del síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (SIDA), es un retrovirus emparentado con el visna-maedi virus.
En los años sesenta, Carlton
Gajdusek inició el estudio de una rara enfermedad llamada kuru, la cual es
común en la tribu foré que habita en las montañas de Nueva Guinea. El kuru es
una enfermedad degenerativa del cerebro y es particularmente común entre los
niños y las mujeres de la tribu. Debido a su distribución familiar. Por algún
tiempo se pensó que el kuru era de origen congénito. Sin embargo, Gajdusek
demostró que el kuru podía ser transmitido a otros primates, particularmente a
los chimpancés, y por lo tanto se trata de una enfermedad infecciosa que puede
mutar con relativa facilidad. El kuru es transmitido entre los miembros de la
tribu foré por medio de un canibalismo ritual que consiste en comer el cerebro
de los parientes recién fallecidos, generalmente las mujeres y niños de la
tribu son los practicantes de este canibalismo ritual. El descubrimiento del
origen del kuru constituye un interesante ejemplo de una contribución de la
antropología al campo de la epidemiología.
Una de las rutas más comunes de
transmisión viral es la vía respiratoria, que es utilizada no sólo por los
virus que producen padecimientos respiratorios, sino también por virus que
causan infecciones generalizadas como el sarampión y la viruela. El virus, una
vez multiplicado, puede infectar otras células o escapar del tracto
respiratorio en el aerosol expulsado por medio de la tos, el estornudo o el usual
acto de hablar. Estos aerosoles son inhalados por otros individuos en forma de micro
gotitas infecciosas. Sin embargo, existen varios factores de tipo ambiental y
climatológico que intervienen en la diseminación de la infección viral, por
ejemplo los virus suelen ser susceptibles a los cambios bruscos de temperatura
y pueden no sobrevivir en ciertos ambientes que superen las condiciones
apropiadas para un hospedero particular. No obstante también pueden hibernar en
un estado de latencia conocido como “no vida”.
La transmisión del virus por la vía
oral-fecal es característica de los enterovirus y ciertos picornavirus, como el
virus de la hepatitis A. Todos estos virus infectan al hospedero después de que
han sido ingeridos. La diseminación de estos virus es favorecida en condiciones
deficientes de sanidad pública e higiene personal, muy comunes también en todas
partes, sólo basta un descuido. Otro tipo de virus es el Herpes simplex tipo 2,
el cual se transmite casi siempre por contacto sexual y ha sido asociado
circunstancialmente con el desarrollo de cáncer del cérvix uterino, produce
lesiones ulceradas en los genitales, aunque puede pasar desapercibido sin
producir ningún síntoma. Algunos virus son transmitidos por medio de un
organismo vector; generalmente artrópodos como los mosquitos, los cuales
inoculan el virus en individuos susceptibles. El virus puede multiplicarse en
el propio vector o ser transmitido en forma pasiva, o sea, el virus no se multiplica
mientras es acarreado por el organismo vector.
En conclusión, los virus son entidades orgánicas compuestas tan sólo de material genético, ADN ó ARN, rodeado por una envuelta de proteína (cápside). Algunos virus poseen una envuelta adicional que suelen adquirir de la propia membrana celular, pero no amablemente sino arrancándosela. La partícula viral completa se denomina virión. Los virus carecen de vida independiente, pero se pueden replicar en el interior de las células, en muchos casos y en algunos extraordinarios, se comportan de tal manera que terminan destruyendo al huésped, creando lo que se conoce como pandemia. Entre las enfermedades desencadenadas por los virus y que tienen consecuencias muy graves se encuentra la rabia, las fiebres hemorrágicas, la encefalitis, la poliomielitis y la fiebre amarilla, entre las irreversibles se cuenta el VIH, el Ébola y el Lujo, descubierto o dispersado recientemente en Zaire.
Los tratamientos que existen contra
las infecciones virales no suelen ser del todo satisfactorios, ya que la
mayoría de las drogas que destruyen los virus también afectan a las células
intactas. Un agente antiviral prometedor es el interferón, famoso por aparecer
en una serie televisiva de gran audiencia mundial, el cual ha demostrado
proteger a otros tipos de células contra tales infecciones. Si bien la medicina
ha evolucionado, no lo ha hecho con la velocidad y la ética necesarias; a tal
punto ha crecido la amenaza para los humanos, que en la actualidad se considera
como estrategia potencial coercitiva a la amenaza viral y no está lejos el día
en que las políticas terroristas de los países con arquitectura democrática
superficial, casi todos en términos generales, empiecen a implementar nuevas prácticas
intransigentes con virus, para justificar el avance del progreso por la vía de la
cohesión militar.
Equipo Fundación TRUEKLAND
ResponderEliminarLa viruela
http://eltamiz.com/2014/11/18/viruela/